El CCMC reafirma las competencias de los médicos y recuerda que acuerdos como el recientemente adoptado y publicado por el CCIC sobre actuaciones enfermeras en el ámbito de la sedación no tienen efecto legal

El Consell de Col·legis de Metges de Catalunya (CCMC) recuerda que las competencias de cada profesión vienen determinadas por ley y que, en consecuencia, el acuerdo tomado por el Consell de Col·legis d’Infermeres i Infermers de Catalunya (CCIC), en que establecen directrices para el ejercicio de las actuaciones enfermeras en el ámbito de la sedación intervencionista y la sedación paliativa, no tiene ningún efecto legal. El CCIC ha publicado este acuerdo interno al DOGC, con fecha 16/09/20024, una maniobra con la cual pretende la incorporación de nuevas atribuciones y competencias profesionales a los profesionales de enfermería.

Las competencias de cada profesión en ningún caso vienen determinadas por la publicación en el DOGC de un anuncio de un acuerdo de parte. Las corporaciones profesionales tienen competencia en la ordenación profesional, pero no tienen en cuanto a la regulación de las profesiones sanitarias, ámbito que corresponde, hoy por hoy, en el Estado. En este sentido, son diversas las sentencias de los tribunales de justicia que han anulado acuerdos análogos del Consejo General de Enfermería y que tienen que servir de antecedente en el recurso judicial que el CCMC presentará contra el mencionado acuerdo del CCIC.

Así pues, el acuerdo del CCIC no tiene ninguna validez para regular competencias y atribuciones profesionales, no tiene rango legal, invade competencias propias de los médicos y, además, crea una apariencia de atribuciones que puede generar problemas de cobertura aseguradora de la responsabilidad civil de las enfermeras.

Más allá de la confusión que puede generar entre los profesionales y la población este tipo de acuerdo, el CCMC considera que hay que dirigir los esfuerzos no tanto hacia el conflicto competencial entre profesionales, sino, sobre todo, hacia la defensa de la calidad y la seguridad clínicas, la mejora de los servicios sanitarios y el trabajo en equipo, donde el médico tiene que hacer de médico y la enfermera, de enfermera, potenciando la colaboración y la sinergia para garantizar la mejor atención posible a los ciudadanos.