El ictus conlleva que se tenga que actuar de forma inmediata para que los pacientes puedan sobrevivir sin secuelas incapacitantes. Por tanto, es crucial la detección inmediata para avisar al servicio de emergencias y llegar, lo antes posible, al hospital de referencia. El Hospital Joan XXIII dispone de los dos tratamientos necesarios para estos pacientes: la trombólisis endovenosa, un fármaco que permite disolver el trombo que obstruye la arteria cerrales, y la trombectomía mecánica, que consiste en introducir un catéter en una arteria de la pierna hasta llegar en el trombo que obstruye la arteria del cerebro y retirarlo. Es un tratamiento de alta complejidad, muy eficaz para ictus graves. De hecho, en algunos pacientes que reciben este tratamiento, la mejoría es tan rápida y espectacular que la recuperación es prácticamente total. Sin embargo, para conseguirla, es trascendental que la población sepa detectar los síntomas de un posible ictus.
Y, como se detecta un ictus?
El ictus es la primera causa de invalidez adquirida. Ictus significa “golpe” y hace referencia a algo que ocurre muy rápido. Una persona está bien y, de repente, no puede moverse o no puede hablar. Esta situación se debe a una interrupción del flujo sanguíneo en una parte del cerebro.
Por tanto, la persona, de forma repentina, sufrirá unos síntomas neurológicos. Los más frecuentes son: alteración del habla o de la comprensión del lenguaje (cuando hablamos a la persona, no nos entiende), debilidad de medio cuerpo (lo que llamamos parálisis), que puede ser parcial o total, desviación de la boca o alteración de la vista (deja de ver medio campo visual).
Y, como prevenir?
Básicamente, es necesario modificar los estilos de vida; es decir, lo que el médico o médica de familia recuerda siempre: seguir una alimentación saludable, no consumir tabaco ni otros tóxicos como el alcohol y realizar ejercicio físico para evitar la obesidad y el sobrepeso. Además, las personas con factores de riesgo vascular, como la hipertensión, la diabetes y elevados niveles de colesterol, entre otros, deben tenerlos bajo control.
Sobre nuevas terapias y procedimientos
Desde el pasado mes de abril, el Hospital Joan XXIII participa, conjuntamente con otros cuatro hospitales de Catalunya, en un proyecto que tiene como objetivo principal mejorar la atención del paciente que ha sufrido un ictus en cada una de sus fases: desde el ingreso en urgencias hasta un año después. Este proyecto contempla un programa de seguimiento integral y de acompañamiento del paciente, que incluye una aplicación móvil (plataforma de comunicación) que permite de forma fácil, segura y controlada el contacto directo y continuo entre el paciente y el equipo sanitario. Asimismo, fomenta la comunicación y el enlace entre la atención hospitalaria y la atención primaria.
En nuestro entorno una de cada seis personas sufrirá un ictus. Está en nuestras manos evitarlo.