• La salud del planeta, nuestra salud es el documento en el que el Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña (CCMC) expresa la necesidad urgente de considerar la salud humana como algo inseparable de la salud del planeta y de sus recursos y de actuar en consecuencia
• A través de 10 compromisos, el CCMC destaca los principales ejes de acción en los que los profesionales pueden asumir un rol de referencia a la hora de poner en marcha estrategias de prevención o de respuesta frente a nuevas amenazas y necesidades de salud
La salud humana es inseparable de la salud del planeta y de sus recursos. Hoy en día, existe un claro consenso científico sobre el hecho de que, en el siglo XXI, la crisis climática es la mayor amenaza para la salud y que comporta el incremento de toda una serie de riesgos e impactos, directos e indirectos, que ya están incidiendo en la morbilidad y morbididad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda que cuando hablamos de crisis climática, estamos hablando de crisis de salud. Este paradigma es el que también impregna e inspira, en buena parte, los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 (ODS), adoptados en 2015 en el marco de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Objetivos que incluyen, de forma prioritaria, la salud global, la lucha contra la pobreza y la protección del planeta. La actual pandemia de COVID-19 es una muestra evidente de la relación entre salud humana y salud planetaria, así como de la necesidad de alinear la recuperación de esta crisis con la respuesta a la crisis del clima.
Los médicos y médicas, como garantes de la defensa y protección de la salud y como profesionales de referencia para los ciudadanos, tienen una responsabilidad especial y pueden aspirar a asumir un rol relevante en el reto que se plantea a toda la humanidad. En este sentido, el Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña (CCMC) ha elaborado el documento de posición La salud del planeta, nuestra salud, en el que expresa públicamente, en representación de los médicos y médicas catalanes, su compromiso para impulsar y dar apoyo a acciones que sitúen la salud global y la lucha contra la emergencia climática como prioridad de salud pública.
Aparte de exponer los principales riesgos para la salud derivados de la crisis climática y algunos de los principales impactos que ya se están registrando en el planeta, el documento es una primera declaración de intenciones que, expresada en 10 compromisos, enumera diferentes ámbitos a través de los cuales los profesionales pueden aportar su conocimiento y su rol de referencia ante la ciudadanía para diseñar y poner en marcha estrategias de prevención o de respuesta frente a nuevas amenazas y necesidades de salud relacionadas con la crisis climática.
El decálogo incluye compromisos en ámbitos como:
- La defensa de un nuevo concepto de salud humana que tenga en cuenta la salud del planeta y la salud global.
- La promoción de la formación y la investigación sobre temas ligados a la salud global en general y a los efectos de la crisis climática en particular (prevención y respuesta)
- La contribución a la educación ciudadana para el autocuidado y el cuidado del planeta.
- La presión a gobiernos y organismos nacionales e internacionales para legislar y llegar a acuerdos que contribuyan a proteger la salud del planeta.
- La necesidad de adecuar el sistema sanitario para que, por un lado, pueda dar respuesta a nuevas necesidades y emergencias derivadas de la crisis climática y, por otro, para que reduzca de forma significativa sus emisiones y residuos. Actualmente, el sector salud es responsable de entre el 4 % y el 10 % de las emisiones globales de CO2.
- La necesidad de velar por la salud de las personas y poblaciones más desfavorecidas y, por tanto, más vulnerables a los efectos de la crisis climática.
- El rol y las acciones ejemplares desde las organizaciones profesionales y de los propios profesionales.