El Parlament distinguió con la Medalla de Honor, en la categoría de oro, los profesionales del sistema de salud de Catalunya, en reconocimiento a la labor desarrollada durante la pandemia de Covid-19 y su “respuesta excepcional” ante una “crisis de extrema gravedad”. El acto, que se enmarca en la conmemoración de la Fiesta y del cuarenta aniversario del restablecimiento del Parlament, también ha homenajeado las víctimas de la pandemia.
El presidente Roger Torrent presidió el acto, que tuvo lugar en el Auditorio en un formato reducido debido a las medidas preventivas para contener la Covid-19. Asistieron el presidente de la Generalitat, Quim Torra, el vicepresidente del Gobierno, Pere Aragonés, la consejera de Salud, Alba Vergés y los ex presidentes del Parlament Joan Rigol y Ernest Benach.
En su discurso el Presidente puso en valor “la respuesta excepcional de los profesionales del sistema sanitario en los momentos más críticos” de la pandemia. En este sentido, remarcó que “todas las instituciones, empezando por esta cámara, debemos conjurar para garantizarles los recursos y dotarles de las mejores herramientas posibles para el desarrollo de su trabajo”. Torrent añadió que hay que tener cuidado de las personas que “cuidan”, “poner la salud en el centro del modelo socioeconómico” y “proyectar un nuevo país sobre la idea del bien común, la salud y la vida digna”.
El acto, conducido por la periodista Raquel Sans, ha comenzado con la actuación de Judit Neddermann, quien ha interpretado la pieza “Marea Blanca”, que la cantautora ha compuesto en honor a los profesionales del sistema de salud.
Tras la lectura del acuerdo de concesión de la medalla, que la Mesa tomó por unanimidad el 26 de mayo pasado, el periodista Jordi Basté hizo la glosa de los premiados. Basté, que destacó el “consenso admirable por los tiempos que corren” con que se ha otorgado la medalla, habló de “el oficio de ángel, precario, que se paga mal y que todas las administraciones miran con mirada estrábica” y pidió que “después de haberlos ovacionado, recordamos también cuando los hemos maltratado”. El periodista reclamó que “salimos en defensa de los sanitarios cuando no sean imprescindibles” e hizo un llamamiento a que, “si los queremos reconocer, hay que transformar la sanidad e invertir” y “las palabras políticamente correctas, convertirlas en realidad”.
Basté trasladó a los premiados el orgullo “de sus batas, endoscopios y mascarillas” para acabar con un “no tenemos palabras para tantas gracias que os tenemos que dar”.
Terminada la glosa, Torrent entregó la medalla a Dolores Arnau, médico internista del Hospital de Igualada, que la recogió en nombre de todo el colectivo de profesionales de la salud y acompañada de Miguel Cerrillo, enfermero del equipo de Atención Primaria del CAP Mossèn Jaume Soler de Cornellà del Llobregat; Neus Camps, epidemióloga del Servicio Epidemiológico de Girona; Gloria Ollé, técnica de cuidados auxiliares de enfermería de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona; y Jesús Cabrera, administrativo del equipo de Atención Primaria del CAP Roquetes-Canteres de Barcelona.
Arnau, fue quien tomó la palabra en nombre de los galardonados y aseguró sentirse “honrada de representar en el acto a los sanitarios de Catalunya”, recordó los primeros meses de la pandemia que, dijo “fueron muy duros “y durante los cuales” nos sentimos solos, con miedos y una gran incertidumbre ante una enfermedad desconocida “que” afrontar con la humanidad y la profesionalidad de la que fuimos capaces “. Arnau también habló de “el impacto emocional que representó” y que ha asegurado que “es muy vivo en todos nosotros” y recordó como profesionales de todas las especialidades “nos reorganizar y trabajamos como un gran equipo”. La médica, que denunció que “los recursos de la asistencia primaria son muy limitados”, pidió “a nuestros responsables superiores, que nos escuchen, que nos ayuden y a la ciudadanía que sea responsable”. Finalmente la internista tuvo palabras de recuerdo para “los profesionales que han perdido la vida y los que aún sufren las secuelas”.
El acto terminó con el himno nacional de Catalunya interpretado por los estudiantes del Conservatorio del Liceo.