El Simposio ‘La formación de los Médicos especialistas. Historia y futuro de la Sistema MIR ‘sirvió para intentar dar Respuesta a esta y a otras cuestiones de la mano de un prestigioso grupo de profesionales médicos. El encuentro destacó tanto las deficiencias como las virtudes de un sistema que hace más de 40 años que forma a profesionales médicos.
Para conocer los inicios de sistema MIR, es indispensable saber cuál fue el trabajo de doctor Carles Soler Durall. De esta manera arrancaba el simposio ‘La formación de los médicos especialistas. Historia y futuro de la Sistema MIR ‘de la mano del catedrático emérito de Anatomía de la Universidad de Saarland, Alemania, el doctor Pere Mestres.
Mestres leyó un texto del doctor Soler donde se explicaba cómo empezó todo en la década de los años sesenta. En este documento Soler destacaba que el sistema MIR debe ser un programa en constante revisión y que, debido a los desarrollos tecnológicos de la medicina, el programa debe exigir nuevas habilidades y competencias con su repercusión en la formación de los que serán nuestros futuros médicos.
Y después de las palabras del doctor Mestres, el catedrático de Medicina interna de la UAB y ex presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, el doctor Miquel Vilardell, fue el encargado de poner en marcha el simposio haciendo un viaje en el tiempo por los inicios del sistema MIR. Desde Segovia de Arana o la aparición de las residencias por parte de la Seguridad Social hasta la aparición, en los años ochenta, de la especialidad de medicina familiar y comunitaria, el catedrático desglosó los hechos más relevantes de la historia de este sistema formativo. Asimismo, Vilardell destacó la importancia de este modelo, que dicho en sus palabras «democratizó la profesión de la medicina».
Acto seguido, los asistentes al simposio pudieron conocer cuál ha sido la evolución del examen MIR y qué defectos se encuentran de la mano del catedrático de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UB, el doctor Jordi Palès.
Durante su intervención, el doctor Palès trató la evolución de este examen y destacó los defectos técnicos que contienen algunas preguntas y la necesidad de la participación de expertos en psicometría en la elaboración de las preguntas así como la relevancia de las facultades en la confección de la prueba MIR.
El simposio también tuvo un apartado dedicado a la medicina de familia y a su evolución de la mano del vicepresidente de la Fundación Española de Educación Médica, el doctor Antoni Martín Zurro. Implantada desde el año ochenta y cuatro, esta especialidad ha hecho grandes contribuciones al MIR a pesar de ser una especialidad poco ‘valorada’ por parte de los recién licenciados.
Y de la medicina de familia a las experiencias de un MIR. El internista del Hospital de Santa Tecla de Tarragona, el doctor Joan Pallejà, explicó su experiencia personal con el sistema MIR. Pallejà destacó la gran cantidad de contenido a preparar de cara al examen o la ‘guerra comercial’ que se establece entre academias para preparar a los candidatos a las pruebas de acceso a la formación MIR, es decir, a la formación de futuros especialistas. En sus reflexiones destacó el papel capital del referente durante la etapa de residencia, la carga asistencial a la que el residente se ve sometido, lo que podría llegar a condicionar la formación o, lo más relevante, la importancia de los pacientes; la clave de la residencia según Pallejà.
Durante la época de estudio y la formación del futuro médico, el binomio universidades y sistema MIR parece indisoluble pero, a veces, la realidad es otra bien distinta.
En este caso, el catedrático de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UB, el doctor Arcadi Gual, puso el símil de dos galaxias separadas por miles de años luz para hablar de estos dos puntos. Gual cree que la solución a este distanciamiento podría pasar por una mayor cooperación por parte de las dos partes. Aplicar los criterios de planificación, evaluación y retroalimentación en el futuro de los médicos podría ser una posibilidad, o bien, la eliminación de la prueba MIR pero no la residencia.
El turno de aportaciones finalizó con las palabras del doctor Antoni Sitges, catedrático de Cirugía por la UAB. Sitges desglosó los cinco defectos congénitos del sistema MIR y los cuatro de adquiridos. De los primeros destacó la falta de una etapa troncal, la ausencia de un examen final a los residentes o la falta de competitividad durante la residencia.
En cuanto a los defectos adquiridos, el doctor Sitges puso el énfasis en la depreciación de las notas que da la universidad, la presión del examen sobre la docencia en los últimos años o la continua disparidad entre el número de plazas ofertadas y el de candidatos que se presentan.
Después de las aportaciones de los profesionales médicos tuvo lugar el posterior coloquio mantenido con el numeroso público asistente y en el que intervinieron activamente el profesor Jordi Pérez (UPF) y el profesor Antoni Castro, decano de la facultad de Medicina de la URV, ambos miembros de la mesa del simposio.
Los presentes en la sala pudieron contrastar ideas y opiniones con los conferenciantes así como profundizar en aspectos que consideraron interesantes. La sensación generalizada del público fue que este tipo de simposios son necesarios para poder establecer hojas de ruta con el objetivo de lograr cambios.
Las ponencias así como elementos del coloquio serán publicados in extenso en uno de los próximos volúmenes de la revista de la «Fundación Educación Médica» (Revista FEM: www.educacionmedica.net).