El Dr. Francisco Martín del Equipo de Atención Primaria El Morell, investigador principal de un proyecto sobre el tabaco en el Camp de Tarragona, ha liderado un estudio que demuestra que hacer una espirometría a todos los pacientes fumadores que acuden a los centros de atención primaria duplica la intención de los pacientes de dejar de fumar, así como el logro de este objetivo. El estudio se ha realizado a los 20 equipos de atención primaria del Camp de Tarragona, con la colaboración de la Unidad de Apoyo a la Investigación y del Grupo de Estudio de Patología Aparato Respiratorio en Atención Primaria (GEPAR-AP) del IDIAP Jordi Gol coordinado por el Dr. Martín. En el proyecto han participado más de 160 profesionales.
Martín explica que «con los consejos para dejar de fumar que se dan en las consultas de atención primaria, uno de cada 20 pacientes dejan de fumar y 20 de cada 100 lo intentan». Es decir, alrededor de un 5% de los pacientes fumadores que reciben estos consejos sanitarios consiguen dejar de fumar, y un 20% lo intentan. El investigador afirma que «muchos recaen» y reconoce que «habitualmente los centros de atención primaria tienen un profesional referente para el tabaco, pero la gran mayoría de los médicos no tienen tiempo ni formación específica» al respecto.
Desde este punto de vista, el estudio planteó qué se podía hacer para reforzar esta línea de trabajo. Francisco Martín, que es especialista en medicina de familia y comunitaria, apunta que «las sociedades y las organizaciones internacionales recomiendan realizar una espirometría únicamente a los pacientes fumadores que manifiestan síntomas: tos, ahogamiento, flemas, etc.». El estudio RESET planteó la hipótesis de hacer la espirometría a todos los fumadores, tengan, o no, síntomas. Se reclutaron 1.000 personas sanas, fumadoras sin manifestación de síntomas, de las cuales al final participaron en el estudio 600, 300 pacientes en el grupo de control (sólo con consejos para dejar de fumar) y 300 en el grupo de intervención (consejos sanitarios más espirometría).
El informe demostró que un 10% de los pacientes del grupo de intervención dejaron de fumar y que un 40% de estos pacientes lo intentaron. Por tanto, el estudio concluye que los pacientes fumadores que se hacen una espirometría duplican la intención de dejar de fumar y también el logro. Se hizo un seguimiento de un año de estos pacientes. Martín explica que «la comprobación de que han dejado de fumar se hace a partir de una cooximetría», y añade que «los que tienen un resultado negativo, también se les hace un análisis de orina para comprobar la cantidad de cotinina, una sustancia que tienen los fumadores en cantidades altas».
El estudio RESET, que se pudo hacer con una beca FIS de unos 33.000 €, demuestra la eficacia y la efectividad de esta intervención en la atención primaria. El especialista afirma que «el siguiente paso ya se ha empezado a trabajar con el estudio CINET, que demostrará o no, la eficiencia de esta intervención en la atención primaria».
El RESET ganó el Premio al Mejor Trabajo, de entre 35 proyectos de investigación presentados y más de 2.000 comunicaciones, en el Congreso de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFC) celebrado en A Coruña el pasado mes de junio.