Acto de justicia histórica con el Dr. Rafael Battestini. La Academia de Ciencias Médicas y la Xarxa de Santa Tecla dignifican la sepultura del que fue médico impulsor de la medicina universal a la Tarragona de principios del siglo XX

 

La Academia de Ciencias Médicas de Tarragona, con la colaboración de la Xarca de Santa Tecla (propietaria del Cementerio de Tarragona), ha dignificado la sepultura de los restos del Dr. Rafael Battestini y Galup (1886-1939), ilustre médico humanista que fue fusilado por la dictadura franquista en Tarragona el 22 de abril de 1939 y que destacó por ser pionero de la formación médica en la ciudad de Tarragona a principios del siglo XX. Procedente de Barcelona, el Dr. Battestini ejerció como director del Hospital de Sant Pau y Santa Tecla de Tarragona, desde donde impulsó una medicina moderna, de calidad y gratuita para las personas sin recursos económicos en una época en que no existía la sanidad universal tal como la conocemos ahora.

A pesar de la importancia de la figura del Dr. Battestini en la historia de la medicina en la ciudad de Tarragona -donde incluso hay una calle que lleva su nombre- sus restos mortales, que descansan en el Cementerio de Tarragona, permanecieron desatendidas durante muchos años debido a la inexistencia de familiares conocidos. El año pasado la Academia de Ciencias Médicas de Tarragona, impulsora de los premios anuales Dr. Rafael Battestini a la Innovación, decidió dignificar su recuerdo trasladando los restos a un lugar destacado del cementerio tarraconense. Una vez hechos los trámites correspondientes, los restos del Dr. Rafael Battestini descansan en una de las calles centrales del recinto, recuperando así su figura histórica y ocupando el espacio que le corresponde entre los personajes ilustres que están enterrados en el Cementerio de Tarragona.

Para el Dr. Jaume Benages, presidente de la Academia de Ciencias Médicas en Tarragona, se trata «de un acto de justicia histórica, ya que el Dr. Battestini fue un personaje fundamental para entender el actual modelo sanitario gratuito y universal en Tarragona. Vino de Barcelona y, desde la dirección del Hospital de Sant Pau y Santa Tecla, implantando la formación médica y de enfermería en el territorio. Gracias a él, el hospital de la Rambla Vella pudo contar con un buen equipo de cirujanos que dedicaban su tiempo a intervenir quirúrgicamente la gente sin recursos, un hecho inusual en un tiempo en que las operaciones estaban reservadas sólo para aquellas personas que las podían pagar. Su humanidad y su vocación altruista le pasaron factura y fue fusilado en una época llena de injusticias ». Benages Añade que, con esta dignificación de la sepultura, desde la Academia de Ciencias Médicas «queremos ayudar a mantener la memoria de uno de los médicos realmente importantes de la historia de la medicina catalana».

Para el mantenimiento de super memoria, en 1992, el entónces director del Hospital de Santa Tecla y profesor titular de Historia de la Medicina de la URV, el Dr. Josep Adserà Martorell, publicó un libro titulado El Dr. Rafael Battestini y Galup y su entorno. Director del Hospital de Santa Tecla (1923 a 1937). Estudio documental, editado por Estarraco, Junta del Puerto de Tarragona.

 

Breve biografía Dr. Rafael Battestini y Galup

Podemos decir que el Dr. Rafael Battestini y Galup, nacido en Barcelona en 1886, fue el iniciador de la divulgación de las ciencias médicas en Tarragona. Este facultativo, nombrado en 1912 académico numerario de la Academia y Laboratorio de Ciencias Médicas de Cataluña, además de modernizar y socializar la medicina en Tarragona desde su cargo de director médico del Hospital de Sant Pau y Santa Tecla ( 1923-1937), dirigió numerosos cursos de formación para el personal sanitario e invitó prestigiosos médicos de la época, como los doctores Agustín Pedro Pons, Antoni Trias i Pujol, Jacinto Vilardell, Lluís Barraquer, Pere Domingo y Lluís Sayé – todos ellos verdaderas referencias en sus especialidades en nuestro país- a venir a Tarragona a explicar mediante conferencias sus conocimientos.
Más allá de su conocida valía profesional, el doctor Battestini, hombre de profundas creencias religiosas, es recordado en Tarragona por los sucesos de los cuales fue protagonista durante la guerra y posguerra civil española. Por su labor humanitaria protegiendo gente de ambos bandos durante la guerra, los activistas de la FAI le obligaron a dimitir como director del Hospital de Sant Pau y Santa Tecla. Por haber luchado por una cirugía de calidad y gratuita para la gente sin recursos, fue rechazado por el entonces clasista Colegio de Médicos de Tarragona; y, finalmente, por haber sido militante del partido catalanista Acción Catalana, fue condenado a muerte por los franquistas. Fue fusilado el 22 de abril del 1939 en el Puig de los Olivos de Tarragona. Sus últimas palabras, recordadas puntualmente en su nueva sepultura fueron: « Muero por Dios, por la Lola (su esposa) y por Cataluña».