Tras un año de pandemia, todo el mundo mira con esperanza a las vacunas, la intervención sanitaria más efectiva de la que disponemos para poder llegar al control de la COVID-19. Desgraciadamente, la producción y la distribución mundiales de las vacunas para la COVID-19 son limitadas y, por lo tanto, irregulares y desiguales. Son muchas las barreras, incluidas las limitaciones que pueden suponer las patentes y la falta de transferencia de conocimiento, para poder multiplicar su producción mundial.
Ante este escenario, el Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña (CCMC), con el apoyo del Instituto de Salud Global Barcelona (ISGlobal), ha hecho público el manifiesto Vacunas: un bien público universal, en el cual pide a los gobiernos y organizaciones internacionales que establezcan y apliquen los mecanismos legales que, respectando el principio básico de la propiedad intelectual, hagan posible que mejore sustancialmente la capacidad de producción y distribución de las vacunas para la COVID-19.
En este manifiesto, el CCMC da su apoyo a la Vaccine Equity Declaration impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta iniciativa hace un llamamiento a gobiernos, compañías farmacéuticas, agencias reguladoras y líderes mundiales para que unan esfuerzos para acelerar la distribución de vacunas de manera equitativa en todo el mundo, especialmente entre el personal sanitario. El CCMC pide a todas las organizaciones sanitarias (colegios profesionales, societadades científicas, instituciones académicas y de investigación, etc.), así como a los médicos y resto de profesionales de la salud, que tambié se adhieran a esta declaración.