La figura del estudiante voluntario está siendo fundamental en la lucha contra la COVID19 durante estos días. El estudiante de quinto de Medicina, Javier Flores, fue uno de los coordinadores que pusieron en marcha la llamada del voluntariado que, en poco más de un fin de semana, logró hasta 160 estudiantes de los diferentes grados de salud. Actualmente está trabajando en la Unidad de Vigilancia de la Salud del Hospital Sant Joan de Reus.
¿Cómo surge la idea de hacerse voluntario?
Cuando en la Universidad comenzaron a detener cierta actividad docente, un grupo de compañeros decidimos que había que hacer algo para poder contribuir con el sistema sanitario y evitar, en la medida de lo posible, el colapso. A partir de este momento contacté con los responsables de los hospitales así como con la Decana y lo pusimos todo en marcha.
¿Cuál fue la respuesta en el momento que pusisteis en marcha todo el tema del voluntariado?
Pues la verdad que muy buena! En el momento que nos pusimos en contacto con los delegados de los diferentes cursos de medicina, fue todo sobre ruedas. Hubo mucha participación y se decidió también hacer una llamada a otros estudiantes de diferentes grados. De hecho, en el primer fin de semana, conseguimos 120 voluntarios en el ámbito de las ciencias de la salud a los que se nos sumaron los estudiantes de enfermería, una cuarentena. Así que en total teníamos 160 voluntarios!
¿Tu ya estás haciendo tareas de voluntario. En qué consisten?
Son tareas no asistenciales, es decir, no estoy en contacto con los pacientes propiamente. En mi caso, estoy en la Unidad de Vigilancia de la Salud del Hospital Sant Joan de Reus haciendo una base de datos de todos los profesionales que están expuestos a los pacientes de manera que podamos tener todo el control de quien se puede contagiar.
Asimismo, cuando se produce un contagio, poder detectarlo lo antes posible y hacer el estudio de los contactos con los que esta persona ha estado en contacto. El objetivo es intentar evitar que el virus se extienda.
¿Qué sensaciones tienes estos días pudiendo colaborar?
Pues la verdad es que la sensación es muy buena. Los estudiantes siempre hemos dicho que en la carrera las prácticas son demasiado teóricas, ahora tenemos la oportunidad de aprender trabajando y además colaborar en esta crisis porque todo el mundo lo hace, desde el ciudadano que se queda en casa pasando por el médico que trabaja o el voluntario.
¿Y qué sensación tienes cuando llegas a casa después de trabajar?
Por un lado mareo (risas) porque tienes que trabajar con miles de nombres, números y llamadas diarias pero, al mismo tiempo, también muy satisfecho porque tengo la sensación de que el cansancio que llevo es por un buen motivo y porque creo que el trabajo que estamos haciendo los voluntarios dentro de la cadena de trabajo también tiene su beneficio dentro de toda esta crisis.
¿Como voluntario, crees que esta crisis se podría haber gestionado de otra forma?
Es relativo. Es fácil decir que no hemos actuado bien cuando las cosas han sucedido pero cuando aún no ha pasado, es muy complicado saber cuál es la medida más adecuada a tomar o bien qué podría llegar a ser perjudicial. Yo creo que todas las personas que están haciendo cosas las hacen con buena voluntad y al final generan un impacto.
¿Qué te dice la familia o los compañeros que seas voluntario en un hospital?
Yo lo que les digo es que no sufran, que estoy bien y tomo todas las medidas necesarias pero sí en cierto modo pues sufren y, al mismo tiempo, se sienten orgullosos de mí.
¿Qué les dirías a los alumnos que aún no se han presentado como voluntarios?
Que se animen! Por un lado es una oportunidad única para conocer cómo se hacen las cosas, cómo funciona un hospital en una situación excepcional y por la otra, creo que es necesario. Si quieres ser sanitario, algo necesario es tener esas ganas de querer ayudar y ahora mismo el mundo está “tocado” y debemos ayudar.
Y en cuanto a los estudios, ¿qué sucederá?
Pues ahora mismo está todo suspendido y no se sabe que pasará. Tengo amigos que esta incertidumbre les preocupa bastante por el hecho no saber cuándo serán los exámenes pero creo que ahora mismo esto no es lo más importante, si se pierde un año de formación es un dolor de cabeza pero ahora mismo, dar una mano creo que es mucho más importante.