El Consejo de Colegios de Médicos de Catalunya (CCMC) ha elaborado un decálogo con recomendaciones básicas para el uso de las redes sociales dirigido a los profesionales. Los diez puntos se incluyen en el documento “Recomendaciones sobre el uso de información médica y el ejercicio de libertad de expresión en las redes sociales”.
En el contexto actual, donde estos canales de comunicación son ampliamente utilizados por la población general y por profesionales de todo tipo, incluidos los médicos, el CCMC considera necesario recordar los límites que afectan la comunicación cuando esta salga del ámbito estricto de la relación médico-paciente o de la relación entre compañeros para alcanzar una dimensión pública.
El decálogo elaborado por el CCMC se inspira en el principio que la primera lealtad del médico es hacia la persona que atiende. En este sentido, los derechos al honor, la intimidad y la propia imagen de terceras personas también deben primar por encima del derecho de libertad de expresión y de información de los profesionales cuando estos hacen uso de las redes sociales. El incumplimiento de la obligación de respetar la confidencialidad de la información sobre el paciente y de mantener el secreto profesional puede ser constitutivo de un delito que puede comportar pena de cárcel o inhabilitación para el ejercicio (excepto en casos concretos previstos legalmente).
Decálogo de recomendaciones para el uso de redes sociales:
- En el entorno digital en general y en las redes sociales en particular son igualmente válidos los principios de la ética y la deontología médica, así como las leyes que regulan la comunicación. La responsabilidad que se deriva de un acto médico presencial es igual que la que se deriva de los contenidos que se difunden en las redes sociales
- La información en los medios sociales debe ser clara, verídica, ponderada, comprensible, de calidad y fiable. Además, debe tener un objetivo claro en beneficio de la salud.
- Lo que se publica a través de cualquier medio debe garantizar la privacidad y la confidencialidad de la información relacionada con los pacientes (ya sea texto como imágenes). Hay que asegurarse de que ningún paciente podrá ser nunca identificado.
- A pesar de tener la autorización del paciente para revelar su identidad, no es obligatorio hacerlo.
- Hay que evitar dar consejos directos a pacientes a través de las redes. La información que se difunde no es equiparable a una consulta médica y, por tanto, sólo debería ser divulgativa, informativa y de carácter general.
- Hay que evitar comentarios que puedan afectar negativamente el prestigio de la profesión médica.
- Hay que tener en cuenta que las críticas a una institución sanitaria, aunque puedan ser legítimas, pueden perjudicar también las personas que son tratadas y confían.
- Las discrepancias entre médicos no se deben dirimir en el espacio público ni pueden comportar el desprestigio público de un compañero o compañera de profesión.
- En las redes sociales, hay que ser prudente con la publicación de contenidos, tanto en ámbitos profesionales como personales.
- Hay que tener presente que, para los pacientes en particular y para la sociedad en general, un médico nunca deja de serlo.