Med1

12 may. 2022


A la hora de tomar decisiones de inversión, lo más importante es contar con la información adecuada sobre el producto financiero que deseamos contratar. Además de esto, es conveniente tener en cuenta qué procesos mentales se siguen en la toma de las decisiones de inversión y qué errores o sesgos de nuestra manera de pensamiento pueden influir en ellas.

Qué son los sesgos cognitivos y cómo afectan a la hora de invertir

Los sesgos son trucos o atajos que nuestro cerebro utiliza para simplificar la gran cantidad de procesos mentales que lleva a cabo constantemente, como una manera de hacernos más soportable la vida diaria. Los expertos han documentado más de una docena de sesgos que influyen en el proceso inversor.

Estos son algunos de los sesgos de inversión más habituales:

Sesgo país. Es la predisposición de los inversores a comprar acciones de compañías que proceden de su país de origen. Estas acciones parecen más dignas de confianza, puesto que también se mencionan a menudo en los medios locales de comunicación.

Sesgo de anclaje. Un ejemplo en el cual se puede ver cómo funciona el sesgo de anclaje es cuando se presenta en primer lugar la rentabilidad pasada de un producto de inversión, lo cual hace que no te fijes en otros aspectos del producto no tan positivos, como pueden ser los riesgos.

Sesgo de disponibilidad o atención. Este sesgo explica que las cosas que se presentan más a menudo en los medios de comunicación serán recordadas más rápidamente por los inversores cuando buscan un instrumento de inversión adecuado.

Sesgo de aversión a las pérdidas. A la práctica, el sesgo de aversión a la pérdida puede hacer que no inviertas por el hecho que existe la posibilidad que pierdas lo que has invertido, o bien que mantengas una inversión con unas perspectivas mínimas de recuperación para no incurrir en pérdidas. También puede derivar en el efecto de miopía. Este caso sucede cuando estamos evaluando constantemente el valor de nuestra cartera y reaccionamos a las noticias de última hora. La miopía hace que el inversor pierda la perspectiva de su inversión.

Sesgo de contabilidad mental. Este sesgo explica que las personas organizamos y gastamos nuestro dinero en función de diferentes criterios, como por ejemplo de dónde proceden o a qué lo dedicaremos. Tu mente no piensa lo mismo y así tratará de manera diferente un euro que hayas conseguido con tu esfuerzo que otro que provenga del azar.

Sesgo del exceso de confianza. A la hora de tomar decisiones y realizar pronósticos, se sobrevaloran los conocimientos y la experiencia personal sin tener en cuenta la diferencia entre lo que se sabe realmente y lo que se cree saber. El exceso de confianza puede llevar al inversor a considerar que la probabilidad de que su inversión fracase es menor de lo que realmente es. El inversor confiado infravalora los riesgos de su inversión y sobreestima las ganancias esperadas de ésta.

Sesgo de confirmación. Consiste en interpretar la información recibida o buscar informaciones nuevas de forma que confirmen convicciones o ideas previas. De este modo, los inversores buscan información de manera selectiva para apoyar sus opiniones en lugar de buscar opiniones o informes críticos con éstas, con el consiguiente riesgo de no realizar una inversión acertada.

Sesgo de autoridad es la tendencia a sobreestimar las opiniones de determinadas personas por el simple hecho de ser quienes son y sin someterlas a un enjuiciamiento previo. Puede suceder que se realice una inversión únicamente porque la recomienda o lo aconseja un familiar o un amigo sin realizar ningún análisis adicional y sin tener en cuenta las necesidades y el perfil de riego propios.

El conjunto de estos comportamientos, o incluso solo unos cuántos, nos puede llevar a reducir los rendimientos de los ahorros en muchos inversores. El elemento positivo es que la irracionalidad conductual es gestionable con educación financiera, cierta dedicación a las finanzas personales, mantener una planificación financiera y con el asesoramiento por parte de especialistas.

En Med1, como agente bancario el BBVA, entidad autorizada a prestar servicios de inversión, te damos acceso a un equipo de gestores que te ayudarán a hacer una planificación financiera y de ahorro personalizada para que puedas tomar las decisiones adecuadas para tu futuro. Tu gestor analizará tu perfil, te ayudará a marcar objetivos y estudiará las opciones de ahorro e inversión que mejor se adapten en las tuyas en cada momento.

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Este es un texto divulgativo y de actualidad sobre el ahorro y la inversión. No se promociona ni se hace publicidad de ningún producto bancario o financiero en concreto, y, en todo caso, hay que advertir, según manda el Banco de España, que la rentabilidad de las inversiones está siempre sujeta a las fluctuaciones de mercado, que las rentabilidades pasadas no condicionan ni prevén derechos en el futuro, así como que la rentabilidad de determinados productos puede ser nula o, en el peor de los casos, negativa.

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