En relación con la epidemia de Covid-19 el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España (CGCOM) quiere hacer las siguientes consideraciones:
1. Trasladamos un mensaje de apoyo incondicional a los miles de médicos y medicas que están realizando un enorme esfuerzo y dedicación en atender a los afectados por el Covid-19, a sus familiares y a sus contactos, sin menoscabos de la asistencia habitual normal. Igualmente, toda nuestra consideración a todos los profesionales sanitarios inmersos en este desafiante reto. Somos conscientes de las grandes dificultades que se están presentando derivadas del incremento de casos, especialmente en las Comunidades Autónomas (CCAA) de Madrid y La Rioja, los municipios de La Bastida y Vitoria-Gasteiz (País Vasco) y Miranda de Ebro (Castilla y León) , por lo que valoramos altamente el esfuerzo en contrataciones y planes de apoyo que se están poniendo en marcha. Toca no escatimar esfuerzos económicos ni normativos para poder disponer del máximo número de efectivos y en las mejores condiciones.
2. Desde el CGCOM valoramos muy positivamente la intensa batería de medidas que se están empezando a implantar en diversos territorios por las diversas Administraciones para conseguir el control de la epidemia, ahora ya pandemia global de COVID-19. Es necesario profundizar en las medidas de distanciamiento social de una manera homogénea en el conjunto del Estado. Todas las CCAA pueden verse afectadas de manera intensa en las próximas semanas, por lo que instamos a una mayor coordinación entre las mismas bajo el liderazgo del Ministerio de Sanidad. En particular, queremos reconocer el esfuerzo realizado para considerar tanto cuarentenas como infecciones por el COVID-19, como contingencias profesionales.
3. Consideramos prioritario la protección del personal sanitario como garante de la salud pública. Se deben evitar desabastecimiento de material de protección personal, mascarillas, protección facial, batas y otros; las autoridades sanitarias deben evaluar activamente que no se produzcan déficit de suministros, así como habilitar cauces de comunicación ágiles para que los profesionales sanitarios alerten de estos desabastecimientos. En todo caso, no debemos rebajar el nivel de seguridad de algunos protocolos como consecuencia de fallos en la provisión de material. Es necesario tomar todas las medidas urgentes para la resolución de esta situación (aumento de la fabricación de productos sanitarios imprescindibles, implicación de otros sectores como fuerzas armadas, protección civil, etc.) con suficiente financiación finalista para las CCAA.
4. Se hace necesario dedicar todos los esfuerzos tanto presupuestarios como normativos para poder afrontar los diferentes escenarios presentes y a mediano plazo, tanto para la contratación de personal como para la compra de insumos, por lo que consideramos oportuno la necesaria coordinación interministerial. Especial relevancia tiene la mejora de la capacidad de diagnóstico. El retardo en la obtención de la PCR (reacción en cadena de la polimerasa) o la no accesibilidad a la misma significa una enorme incertidumbre para pacientes, trabajadores y dificulta la contención de la epidemia.
5. Instamos a que el aislamiento domiciliario deba ser riguroso y controlado. La atención domiciliaria de los pacientes con COVID-19 debe ser adecuadamente monitorizada por los equipos asistenciales más cercanos y/o operativos con el objeto evitar situaciones de abandono y descontrol clínico de pacientes infectados con factores de riesgo en sus domicilios.
6. Todos los recursos sanitarios, profesionales, Protección Civil, Fuerzas de Seguridad, Grupos Políticos y ciudadanos debemos trabajar de forma coordinada, leal y comprometida. Es el momento de aunar esfuerzos. Nos encontramos ante un escenario no conocido y toca ser prudentes en las evaluaciones, que como es obligado deberán realizarse una vez superada esta crisis. La profesión médica solicita de todos, un máximo esfuerzo. En cualquier circunstancia seguiremos honrando el compromiso con la medicina y con los pacientes.