El 27 de octubre se celebró en Madrid el IV Congreso Nacional de Ejercicio Privado de la Medicina (ICOMEMUNE)
José Miguel Gómez Albarracin. Presidente de la sección colegial de Médicos en Ejercicio Libre del Col·legi Oficial de Metges de Tarragona.
Quisiera iniciar con una gran reflexión del congreso: La Sanidad no está dividida en pública y privada, es UNA SOLA SANIDAD. El Sistema Nacional de Salud Pública colapsaría sin la presencia del sector de Medicina Privada, en el sector privado se realizan consultas médicas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas, que liberan espacios para que la Salud Publica pueda funcionar mejor, el seguro privado crece de manera sostenida y según los datos, al finalizar el año 2023 se llegará a entre 12 y 13 millones de personas con seguro de salud mixto en toda España, con una facturación anual superior a 10mil millones de euros, cifra que ya supera al mercado automotriz. Existen comunidades autónomas en las que entre un 30 y 40 % de la población tienen seguro privado y las cifras al parecer no van a dejar de crecer. Dichos datos fueron presentados en la ponencia: Radiografía del sector del seguro privado, por el Dr. Josep Santacreu, presidente de la cámara de comercio de Barcelona.
En el segundo bloque intervinieron algunos representantes de grandes grupos hospitalarios como Viamed, Vithas y Hospitales HM, en una mesa de análisis del sector privado, coincidían todos que uno de los principales retos por venir es la falta de profesionales: un gran número de profesionales a punto de jubilarse de una generación que trabaja 60 horas semanales. Han resaltado que en las nuevas generaciones existe un cambio de paradigma, la mayoría prioriza tiempo libre y compaginar su actividad profesional con otras actividades de ocio, deportes, maternidad/paternidad, entre otros, por cada médico que se jubile quizá necesitarán 2 médicos. Coinciden en que se ha de buscar una fórmula para mejorar las bajas retribuciones a los profesionales y que quizá una solución es implicar a los pacientes como cuarto actor dentro del sector (Profesionales, Centros Médico-Hospitalarios y Aseguradoras Privadas), donde la figura del Copago que sea abonado a los profesionales sea una solución.
En la segunda mesa redonda el Análisis: Los retos del sector de la medicina privada según las aseguradoras. Esta mesa redonda contó con representación de ASISA, AXA, Línea Directa, entre otros, explicaban que el envejecimiento y la cronicidad de las patologías en la población general, genera un aumento en los gastos de sus clientes (nuestros pacientes), en la actualidad nadie se hace un seguro de salud por si lo necesita, sino para usarlo; al debatir acerca de la actualización de Nomenclator y/o Baremos, según explicaban los expositores, las aseguradoras trabajan con fórmulas de planificación anual, cualquier cambio en dichas fórmulas les puede generar pérdidas, nuevos Nomenclator y/o Baremos representan dichos cambios. En una de las intervenciones destacaban la apuesta por las nuevas tecnologías, destacando la inteligencia artificial, uno de los ponentes comentó que en su compañía aseguradora ya existen algoritmos puestos en marcha que orientan a los pacientes acerca de sus dolencias/dudas médicas o aflicciones. Fue destacado que dichos algoritmos No realizan diagnósticos (No porque el algoritmo No pueda, sino porque la ley No lo permite), dicha información abre un debate acerca de si la irrupción de la Inteligencia Artificial representa una amenaza para la profesión Médica para las venideras generaciones.
La tercera mesa redonda se habló del papel de los colegios Médicos profesionales en la medicina privada en la actualidad, contó con representación de los Colegios de Médicos de Zaragoza, A Coruña, Sevilla y del presidente de UNIPROMEL, en dicha mesa se habló principalmente de las reivindicaciones de la profesión Médica acerca de la actualización de Nomenclator y Baremos, en pro de mejorar las bajas retribuciones de los profesionales, se hizo un poco de historia del porqué de la situación actual, destacando la ley Omnibus y los colegios profesionales de diciembre 2009, donde se suprimió a los colegios profesionales la posibilidad de negociación en representación de sus colegiados, esto ha llevado en la actualidad a una situación de desventaja del colectivo médico, que en la mayoría de los casos actúa en representación propia frente a los otros dos actores que han tomado mucha fuerza (Aseguradoras y Grupos Hospitalarios). Se destacó que en el último año hubo una resolución de la Comisión Nacional de Competencia (CMNC) que interpreta las nuevas directrices europeas en cuanto a la protección del trabajador autónomo, permitiéndole negociar colectivamente en los supuestos en los que no opera en un mercado libre sino a través de intermediarios más poderosos. En la mesa se concluyó que la vía para una justa negociación es la formación de asociaciones por especialidad médica en cada provincia, bajo la asesoría del Instituto para la Representación (instituto de asesoría legal creado con este fin), destacando el gran adelanto en dichos procedimientos en provincias como Sevilla o Toledo, con la reflexión final de que solo la unión entre los médicos podría permitir una negociación equilibrada con los otros actores del sector.
Finalmente, se presentó un panel de expertos en derecho sanitario, para aportar valor jurídico. Destacaron que la resolución de la Comisión Nacional de Competencia abre la vía de formación de asociaciones por especialidad médica en cada provincia, bajo la asesoría de entes jurídicos, como el Instituto para la Representación, creado con dicha finalidad. Han destacado su sorpresa al revisar en detalles los casos, se han conseguido hasta con 33 modelos contractuales diferentes entre Médicos- Aseguradoras, Médicos-Clínicas, e inclusive Médicos que trabajan sin contratos, figuras de falsos autónomos, entre otros.
A manera de reflexión, el sector de la medicina de libre ejercicio ocupa un lugar muy importante dentro de la sanidad, ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos años, esto hace que los demás actores del sector (grupos hospitalarios y compañías aseguradoras) se vean interesados en dominarlo, esto va en detrimento de los derechos de los médicos, los cuales, junto con los pacientes somos los actores más importantes, solo la unión del colectivo médico permitiría un diálogo justo, para de esta manera velar porque nuestra actividad profesional no se convierta en una especie de medicina a gran escala que finalmente repercuta en consecuencias negativas en la atención y valor aportado a los pacientes. Por otro lado, la irrupción de la inteligencia artificial se presenta en la actualidad como un gran interrogante acerca del riesgo que puede tener la profesión médica de ser sustituida, quizá sea uno de los principales retos en un futuro no muy lejano.