• El sistema que facilitan los colegios profesionales garantiza la calidad, seguridad y confidencialidad en la prescripción y dispensación de medicamentos, favorece la sostenibilidad, ofrece más comodidad al paciente y mejora la coordinación entre los profesionales sanitarios
  • Durante el año 2023, se han emitido cerca de 140.000 recetas electrónicas privadas en Cataluña
  • El 40% de los médicos y el 21% de los odontoestomatólogos del sector privado ya están haciendo recetas en este formato electrónico y el 82% de las oficinas de farmacia han hecho dispensaciones

La receta electrónica ya es una realidad también en el sector de la asistencia sanitaria privada gracias al impulso y colaboración del Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña (CCMC), el Consejo de Colegios Farmacéuticos de Cataluña (CCFC) y el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Cataluña (COEC). El 40% de los médicos y el 21% de los odontoestomatólogos que hacen actividad privada ya utilizan el sistema que facilitan los colegios profesionales (sistema REMPe) para prescribir medicamentos. A su vez, cada vez más pacientes ya están recibiendo su hoja de medicación por correo electrónico, con un código identificativo que el farmacéutico puede leer para dispensarle su tratamiento. El sistema permite que cualquier receta electrónica prescrita en el ámbito privado pueda ser dispensada a cualquier farmacia comunitaria de Cataluña.

Cerca de 140.000 recetas electrónicas privadas emitidas en 10 meses

Durante los primeros 10 meses del año (del 1 de enero al 31 de octubre), se han emitido cerca de 140.000 recetas electrónicas privadas (el 88% por parte de médicos y el 12% por parte de odontoestomatólogos). Por otro lado, casi el 100% de las farmacias catalanas están preparadas para dispensar recetas electrónicas privadas y el 82% ya han hecho alguna dispensación.

La receta electrónica privada supone dejar atrás las prescripciones en papel, a menudo escritas a mano, que podían generar problemas, como por ejemplo errores de lectura o de interpretación, riesgo de falsificaciones y que no permitían detectar duplicidades, o integrar de manera automática una información tan relevante como son los tratamientos a la historia clínica del paciente.

De izquierda a derecha: Jordi Casas (CCFC), German Pareja (COEC) y Jaume Padrós (CCMC)

Ventajas de la receta electrónica privada:

  • Comodidad para el paciente y para el profesional (se puede utilizar desde cualquier dispositivo con conexión a Internet).
  • Sostenibilidad: evita o reduce el uso de papel y tinta.
  • Seguridad clínica: informa de alertas, detecta interacciones y duplicidades y evita errores de lectura. La medicación se registra a la historia clínica del sistema.
  • Seguridad jurídica: protege los datos y la confidencialidad.
  • Trazabilidad: evita falsificaciones, puesto que se puede controlar todo el proceso a través del número identificativo de la receta.
  • Adherencia al tratamiento
  • Canal de comunicación con el paciente y entre los profesionales.

La receta electrónica se envía de manera automatizada al paciente, que la recibe a su correo electrónico en formato PDF. Para retirar el medicamento a la farmacia, el paciente solo tiene que mostrar este documento. Hay que tener en cuenta que la dispensación se tiene que hacer antes de los 10 días posteriores a la emisión de la prescripción, puesto que el sistema elimina las recetas una vez transcurrida este tiempo. En caso de tratamientos de larga duración, si la primera dispensación se hace dentro del plazo, el resto de las recetas quedarán disponibles automáticamente durante los 10 días correspondientes a cada una.

Los tres colectivos profesionales que han colaborado en la puesta en marcha de la receta electrónica privada destacan el gran adelanto que representa el sistema de receta electrónica en cuanto a seguridad y calidad, puesto que estos son dos requisitos indispensables que hay que garantizar al paciente en cualquier acto de prescripción, al margen de si se hace al sector público o al privado.

Según el presidente del CCMC, Josep Vilaplana, “la receta electrónica ofrece más comodidad y seguridad en la prescripción y dispensación de medicamentos, a la vez que permite integrar esta información a la historia clínica de manera automática. El objetivo es ir incrementando el número de profesionales que hacen uso, para que acontezca el método habitual de prescripción”.

El presidente del CCFC, Jordi Casas, destaca que “las farmacias están plenamente preparadas para utilizar este sistema, que contribuye a una dispensación más segura y evita que los usuarios recurran al uso de apoyos no válidos en la hora de acceder a su medicación, como, por ejemplo, recetas fotografiadas o enviadas por aplicaciones de mensajería instantánea”.

Según el presidente del COEC, German Pareja, “la receta electrónica mejora el control del paciente por parte de los profesionales y evita errores de lectura. Además, la plataforma puede ser utilizada por cualquier colegiado en diferentes centros y consultas, protege los datos y mantiene la confidencialidad sobre el tratamiento del paciente”.