SERGI BOADA
President del COMT

DIARI DE TARRAGONA
MARTES, 24 DE ENERO DE 2023
La Tribuna

Tenemos un sistema modélico: es robusto, dotado con identidad propia, utilizando recursos de titularidades jurídicas distintas, pero infrafinanciado.

Urge llegar a acuerdos sólidos porque la pasividad y la falta de motivación defenestrarán el sistema por el que tanto se ha luchado.

Estos días los médicos volveremos a ser llevada a los medios de comunicación, pero en esta ocasión, por una situación que no nos gusta lo más mínimo: estar de huelga. Somos conscientes de la afectación entre la ciudadanía en un momento en el que la falta de accesibilidad y las demoras excesivas ya están en boca de todos.

Evidentemente, y como no podía ser de otra forma, los mínimos estarán garantizados y las urgencias y la atención oncológica no se detendrán.

Hace bastante tiempo que vamos denunciando que el sistema público de salud requiere una actualización urgente. Tenemos un sistema modélico: es robusto, dotado con identidad propia, utilizando recursos detitularidades jurídicas diferentes, pero claramente infrafinanciado de forma crónica y con una creciente y peligrosa carencia presupuestaria. Los profesionales, en los últimos años, hemos soportado este sistema y hemos hecho posible que sea considerado uno de los mejores de Europa a pesar de las carencias, pero profesionales cada vez somos menos.

En dos años, el pico de jubilaciones de médicos especialistas no se podrá compensar, ni siquiera en el hipotético caso de que fuéramos capaces de retener a todos los MIR que formamos en el territorio para que se quedaran a trabajar aquí. Hoy por hoy, tan sólo se quedan un 45% de los MIR, el resto acaban marchando fuera de Tarragona y a esto debemos sumarle la amenaza de fuga de profesionales en el extranjero.

Hoy en día, este hecho no es cuantitativamente significativo, pero los médicos jóvenes, cada vez más capacitados y con menos barreras comunicativas, lo tendrán más fácil para irse a países de alrededor donde los sueldos se triplican y las condiciones laborales, de conciliación y de formación continuada son mucho mejores.

Además, hay que añadir el paso de profesionales de la sanidad pública al ejercicio libre o privado de la medicina, donde de momento las retribuciones son algo mejor y donde una mayor autogestión es, quizás, más real. Pero al final no dejaremos de ‘desvestir a un santo para vestir a otro’ cuando estamos a las puertas de la puesta en marcha de dos grandes hospitales privados en Tarragona. ¡Cuidado!

A los ciudadanos que puedan sentirse molestos por ejercer nuestro derecho a huelga, les diría que no se dejen llevar por el pensamiento simplista «los médicos reclaman porque quieren una mayor retribución económica». Es evidente que las retribuciones y las condiciones laborales requieren una urgente actualización, con el fin de homologarnos a nuestros colegas europeos, pero requerimos herramientas para poder atender a nuestros pacientes con los mejores recursos.

El colectivo médico necesita, también, poder diseñar y cambiar modelos organizativos que actualmente no funcionan y cito uno a modo de ejemplo: en un hospital de referencia, donde un especialista se pasa toda una guardia de 24 horas trabajando y solucionando casos de altacomplejidad, la retribución que obtiene es inferior a la del propio especialista en un hospital más pequeño. En el segundo caso, durante la guardia, el profesional no atiende tantos casos ni de tanta complejidad como el primero. Ante esto, si estos modelos no se reformulan, en un corto período de tiempo, pocos médicos querrán estar en un hospital de referencia y la pregunta será evidente: ¿quién atenderá entonces la patología compleja?

En definitiva, necesitamos cambiar la forma en que se utiliza el dinero, porque si seguimos haciéndolo de la misma manera, no nos lleva a ninguna parte.

Estar de huelga para conseguirlo no nos gusta, pero hay una peor situación que es la indefensión aprendida: un estado psicológico que se produce cuando una persona percibe que es incapaz de modificar una situación porque no dispone, o no le proporcionan, las herramientas para afrontarla. Es consciente de que cualquier acción que realice no influye en el resultado que desearía y, en consecuencia, tira la toalla.

Es importante que tanto políticos como gobernantes, sean del color que sean, hagan caso durante las negociaciones a los médicos que conocemos exactamente dónde están los ámbitos de mejora de nuestro sistema sanitario. Urge llegar a acuerdos sólidos y de consenso porque, si no lo hacemos ya, la pasividad y la falta de motivación defenestrarán definitivamente el sistema por el que tanto se ha luchado.