Con el lema “Salud renal para todos”, hoy se conmemora el Día Mundial del riñón. Los hábitos saludables y los controles médicos son fundamentales para evitar esta enfermedad que ya está entre las 10 primeras causas de mortalidad en el mundo.
Las enfermedades renales están consideradas la epidemia silenciosa del siglo XXI. Se consideran epidemia porque año tras año aumenta la mortalidad y el número de personas afectadas por este tipo de enfermedades. Hoy, día 10 de marzo se celebra el Día Mundial del Riñón con el lema “Salud renal para todos”.
Se calcula que 1 de cada 10 adultos al mundo sufren una enfermedad renal y la proporción, en las personas de más de 65 años, es de 2 de cada 10 adultos. Esto supone 54.400 personas con enfermedad renal de diferente grado en el Camp de Tarragona. El riesgo de sufrir una enfermedad renal es mayor en la población de edad avanzada, en las personas con diabetes, con hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares u obesidad.
En cuanto a la mortalidad, las enfermedades renales están entre las 10 primeras causas de muerte en el mundo y se calcula que, de aquí a unos 20 años, ya estarán entre las 5 primeras causas de mortalidad.
Pero ¿por qué se dice epidemia silenciosa? La enfermedad renal ofrece pocos síntomas excepto en fases muy avanzadas y el nivel de conocimiento de la importancia de los riñones y de las enfermedades renales es más bajo que otros órganos como por ejemplo el corazón o el cerebro. Por este motivo, es importante conocer la enfermedad renal y los métodos de prevención.
¿Qué podemos hacer para mantener la salud de nuestros riñones? Las ocho medidas más recomendadas son:
- mantenerse en forma y activo
- control regular de los niveles de glucosa en sangre
- control de la presión arterial
- comer saludablemente y mantener el peso
- beber líquidos saludables
- no fumar
- no automedicarse
- controlar la función renal
Estas medidas son fundamentales en la prevención de la enfermedad renal y también para hacer un diagnóstico precoz. El seguimiento, una vez hecho el diagnóstico con un análisis de sangre y orina, se hace según los casos, desde la Atención Primaria o desde el Servicio de Nefrología. Para retardar la pérdida de función de los riñones, es vital la promoción y mantenimiento de las ocho medidas favorecedoras de la salud renal. En algunos casos y según la causa de la enfermedad renal, se añaden tratamientos más específicos. Si hay que sustituir la función de los riñones cuando estos ya funcionan muy poco, se dispone del trasplante renal y de las diferentes modalidades de diálisis a domicilio o en un centro.
En la consulta de enfermedad renal crónica avance del servicio de nefrología se informa de todas las opciones y se acompaña al paciente en el proceso de decisión. La disponibilidad de todas las opciones, la información y la decisión compartida ayuda a que la vida de la persona con enfermedad renal cambie lo menos posible. Hay que recordar que, para que la enfermedad renal crónica no nos cambie la vida, lo primero que hay que hacer es tener un estilo de vida saludable para preservar la salud renal.