La infección producida por el coronavirus SARS-CoV-2 o Covid-19 ha supuesto una situación de emergencia sanitaria que ha llevado a la declaración de pandemia por la OMS el 11 de marzo de 2020 y la declaración del Estado de Alarma en España el 14 de marzo de 2020.

Algunos datos relevantes que se derivan de los estudios relacionados con el tema sugieren que en la población sometida a cuarentena, las alteraciones emocionales pueden ser más elevadas. Parece ser que la mayor exposición al contagio, las creencias sobre la enfermedad y muy especialmente, la autoeficacia en el seguimiento de las pautas, son variables importantes para entender la realización de conductas de protección eficaces así como los niveles de síntomas psicológicos presentados.

Este protocolo se dirige a la ciudadanía en general que se encuentra confinada, también en casos positivos, familiares que han perdido un ser querido y profesionales sanitarios. Su objetivo es evitar que estas emociones se conviertan en un problema añadido, y conseguir que las personas que tengan que guardar cuarentena lo vivan con calma, inteligencia y buena disposición, lo que generará el máximo de bienestar para ellas, sus y el conjunto de la población.

El documento ha sido elaborado por un equipo de psicólogos de adultos de la Fundació Pere Mata Terres de l’Ebre.

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