Cuando leáis el título, seguro que no os llamará la atención. Os equivocáis. Este es un plato excelente, ligero y delicado. Puede servir como preludio de otro gran plato en una mesa de lo más exquisita. Además, lo pueden comer todo tipo de personas: mayores, adultos o niños. Esta receta es originaria del ‘Molí Més Amunt’ –de ca Gomà de La Riba (Alt Camp)-. Vamos, de casa de mis abuelos… Ciertamente, durante mucho tiempo, no lo había comido en ningún otro lugar que no fuera en casa, aunque ahora he encontrado algún otro sitio donde también lo preparan. A pesar de todo, sigue siendo una rareza y os lo repito, es una sopa de altísima calidad.

Ingredientes (para 6-8 personas)

  • Caldo de ave (pollo, pavo, capón, palomo, perdiz…)
  • Una “botifarra” negra
  • Apio, puerro, una patata
  • Sal y un chorrito pequeño de aceite de oliva
  • Tapioca®

Para el flanEl día antes, tenéis que hacer el flan:

  • Tres huevos sencers
  • Tres tazas de leche
  • Un pellizco de sal
  • Un poco de mantequilla

Preparación

EL DÍA ANTES, TENÉIS QUE HACER EL FLAM

Batir los huevos, agregar la leche y un pellizco de sal. Verter la mezcla en un molde de flan previamente untado con mantequilla. Cocer al baño María. Si lo hacéis en olla exprés, tardará de diez a quince minutos. Dejadlo en el molde y guardadlo en la nevera hasta el momento de servir la sopa. Cortadlo en cuadraditos antes de servir. Es, obviamente, un flan salado.

LA SOPA

Preparad un caldo de ave (pollo, pavo, capón, paloma, perdiz…) como de costumbre. Si queréis, podéis añadir apio, puerro, cebolla, una patata (si no os molesta el toque de almidón que deja) y cocer una butifarra negra. Después retiradla y reservadla.

Poco antes de servir, añadid la Tapioca siguiendo las instrucciones del paquete (aproximadamente una cucharada sopera por persona). La Tapioca® (yo solo conozco la marca Riera Marsà) es harina de mandioca y se encuentra en casi todos los supermercados. Tener cuidado al prepararla con antelación, ya que puede absorber todo el caldo y quedar una pasta espesa.

Cuando los comensales estén a punto de sentarse a la mesa, buscad la sopera más elegante que tengáis. Colocad en el fondo los cuadraditos de flan que preparasteis el día anterior. Cuando lleguéis a la mesa, verted la sopa caliente sobre el flan. Muchos no la habrán probado nunca.

¡Os chuparéis los dedos!